El
cómic representa una forma diferente de comunicar, de informar y de entretener
a los lectores. La mezcla de dibujos y textos, a través de los bocadillos,
tienen la capacidad de expresar de forma muy ilustrativa el mensaje que se
quiere transmitir. Además, se consigue un mayor impacto y sensibilización sobre
algún tema cuando la historia pretende ser un foco de críticas sobre algo o
alguien.
En el
centro Isabel de Farnesio, en Aranjuez, se celebra una exposición de cómic
desde el 2 hasta el 25 de febrero. “De Saladino a Sherezade, oriente en el
cómic”, es el título de la exposición, cuya pretensión es la de realizar un
recorrido claro e informativo acerca de la visión de los occidentales sobre el
antiguo oriente. Personajes de héroes estereotipados proyectan la mentalidad y
logran sintetizar en muy pocas viñetas y frases todo un largo proceso literario
explicativo, en este caso, mostrar la belleza y exotismo del antiguo oriente.
Una
exposición muy recomendable de ver. Sin embargo, ¿cuántas personas van a
asistir a la exposición? Actualmente el cómic está en declive. Las nuevas
generaciones ya no tienen el mismo interés que se tenía antes sobre los tebeos.
El cómic continuará subsistiendo, pero este precioso y entretenido hobby no es
de primer interés para los jóvenes de hoy en día. Mortadelo y Filemón, Zip y
Zape, El botones sacarino, Rompetechos y Capitán Trueno, en otros, marcaron una
época de diversión. Hoy, las nuevas tecnologías le han arrebatado ese legado a
los tebeos.
Al
entrar en la exposición, apenas había gente. Las cafeterías, en cambio, estaban
llenas.