Quizás sean los 5 millones de parados, quizás el descontento y frustración de comprobar que tras varios meses todo sigue igual, quizás los mayores recortes sociales nunca antes hechos, quizás la pérdida de confianza al gobierno para salir de esta crisis… hay un montón de motivos por los que la población se haya cansado de este Gobierno y haya decidido elegir a otro partido para intentar mejorar la situación de España. Lo que está claro es que el país, a través de la vía democrática, ha decidido dar un escarmiento al Gobierno que aún preside José Luís Rodríguez Zapatero.
El pueblo se ha hartado. La frustración de muchos españoles era evidente y el 22 de marzo, en las elecciones autonómicas, se lo ha hecho ver al Gobierno a través de los votos.
La derrota es histórica. Prácticamente el mapa de España se tiñe de azul, colores del PP. Los feudos más importantes del PSOE como Castilla La Mancha o Extremadura han caído también a manos del PP. Y veremos cuando lleguen las autonómicas en Andalucía si también lo pierden, aunque parece ser que sí porque las principales capitales de provincia andaluzas que hasta el momento eran del PSOE como Sevilla, Jerez y de izquierda Unida como Córdoba, han pasado a ser del Partido Popular.
Sin duda, muchos de los gobernantes autonómicos socialistas han pagado el pato del Gobierno central, ya que en estas elecciones la mayoría del pueblo ha votado para mostrar el descontento contra el Gobierno, es decir, como si fueran unas elecciones generales.
El bipartidismo que tanto ha sido criticado en estos días, incluyendo acampadas en muchos lugares de España, se ha visto fracturado con la irrupción de UPyD y un florecimiento de IU. Este auge se ha visto favorecido por las personas que no querían votar al PSOE y que han depositado sus votos en estos partidos ante la negativa de dárselo a la derecha. El auge del PP ha sido posible por ese otro sector que votaba al PSOE y que cambió hacia un partido creyendo que puede ser el único en sacarnos de esta situación caótica.
La nota negativa de estas elecciones es la irrupción de Bildu. Sin embargo, hay que decir que esta organización ha sido votada democráticamente, pues el Tribunal Constitucional decidió corregir la decisión tomaba por el Tribunal Supremo y dejó presentarse a esta organización. Parte del pueblo vasco y navarro los votaron. Si no los declaran partido ilegal, gobernarán en 88 municipios vascos, incluido San Sebastián.
Los cambios en el mapa político español son claros y significativos. El pueblo quiere un cambio ya. Sin embargo, el Gobierno seguirá con esta agonía hasta marzo de 2012 cuando haya elecciones generales. Entonces, los resultados serán peores, así que ellos sabrán lo que hacen. De momento, el pueblo deberá esperar hasta que tengan que volver a decidir el futuro dentro de 11 meses. Cuando ese momento llegue, podrán actuar de la mejor forma democrática posible… en las urnas.