El día 2 de mayo me levanté por la mañana y, casi como siempre, lo primero que hago es consultar las novedades de Twitter. Entonces compruebo cómo casi todas las personas a las que sigo tuitean lo mismo: Bin Laden ha sido abatido.
Todo eso me cae por sorpresa y, cómo no, también con un poco de incredulidad. Para contrastar la información, entro en las páginas web de los principales periódicos de tirada nacional y, en cada uno de estos periódicos consultados, tienen un enorme titular con la misma noticia; la muerte de Bin Laden.
Desde su muerte a día de hoy 4 de mayo, poco a poco van saliendo nuevos informes sobre cómo aconteció todo.
Los Seals, el mejor cuerpo de élite del mundo, se encargaron de realizar la operación a la perfección. Según fuentes militares, ofrecieron a Bin Laden rendirse antes de dispararle, sin embargo, éste se negó y acabó con un tiro en la cabeza y otro en el pecho. Así se daba muerte al peor sanguinario desde Hitler y Stalin, y también al enemigo número uno de occidente.
El cuerpo lo tiraron al mar, sin embargo, permítanme que sea un poco escéptico sobre este tema, ya que sin foto, debo dudar. A lo largo de la historia se han comprobado los muchos fraudes y engaños a los que se sometía a la población y que éstos han muertos con un conocimiento sobre algo que era falso. Por esta razón, no puedo creerme nada hasta que no me enseñen alguna prueba irrefutable.
La pregunta ahora mismo es ¿Y ahora qué? Al Qaeda vengará su muerte, eso seguro, pero dejando a un lado ese tema, aún no se sabe qué futuro aguarda a la organización, qué personas se unirán o se marcharán de la misma, cómo se plantearán los nuevos atentados. En definitiva, en qué línea circulará la banda sin su jefe, líder y personaje a seguir como era Bin Laden.
Sin duda alguna, lo que está claro es que se ha hecho justicia para las miles de personas que murieron o se vieron afectadas directa o indirectamente a manos de este criminal y su banda terrorista.
La muerte quizás no haya sido la mejor forma, precisamente, de hacer justicia, pero si no había otra forma de conseguirlo tampoco me lamentaré ni sentiré lástima por un ser incivilizado como lo era Bin Laden.
No me extrañaría nada, que su muerte sea una mentira y le tengan retenido torturándole para sacar información sobre otros terroristas. Es la típica situación que solucionan con un simple "secreto de sumario". Aun así, mi opinión es que las únicas personas que lloren su muerte serán las de su calaña y alguien con un mínimo de moralidad y sentido común se dará cuenta que personas como Bin Laden son las que sobran en este mundo.
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